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© Jesús González Brocal

     Restauración del Santísimo Cristo de la VeraCruz

Nuestra Venerable Hermandad tiene la dicha de poseer un rico patrimonio imaginero de distintas épocas. Desde hace muchos años, con el progresivo aumento de la conciencia sobre el estado de conservación y preservación del legado de nuestros antecesores, existía el deseo de restaurar nuestra principal imagen Titular, el Santísimo Cristo de la Vera†Cruz.

Muchas han sido las juntas de gobierno que han estudiado el asunto y si bien por cuestiones económicas a veces y otras por respeto a la imagen o por no encontrar en ese momento la persona adecuada para realizar la tarea, su restauración se fue posponiendo hasta nuestros días.

Lejos de ser un inconveniente, esta demora trajo consigo numerosos puntos a favor, ya que su intervención en el pasado 2019 ha contado con todos los avances tecnológicos al alcance de la materia, así como fue posible contar con un restaurador de gran reputación como es el isleño D. Pedro Manzano Beltrán.

Los resultados de la intervención esclarecen que el Santísimo Cristo de la VeraCruz, es una imagen del siglo XVIII anónima (pues no se localiza documento alguno en su interior y se desconocen datos de su autoría) de influencia italiana. Así lo corrobora el examen químico al que se sometió la policromía original al óleo, presente en casi la totalidad de la imagen bajo una fuerte capa de suciedad. La imagen tras el estudio radiológico (TAC y radiografías de alta resolución) mostraba la ausencia de huecos internos. Un total de hasta 9 piezas de madera de especie conífera conforman nuestra Sagrada Imagen, unidos mediante cola orgánica y presión, reforzando los ensambles con clavos de forja en un trabajo de gran calidad presente también en la mayoría de obras pertenecientes a la escuela local del S. XVIII.  

A pesar de encontrarse en un estado de conservación deficiente, la imagen apenas ha sufrido alteraciones a lo largo de su historia, exceptuando la mutilación del cabello para sustituirlo por pelo natural, durante el s. XVIII/XIX según la tradición oral y varias intervenciones de carácter menor en manos y pies.

Para comprender el alcance de las intervenciones en dos grupos resumidos, se trató sobre la Imagen:

  • A nivel estructural: Consolidación de fisuras mediante la introducción de láminas de madera, mejora de los planos de ensambles inestables, sustitución del sistema de sujeción de corona de espinas y potencias, sustitución del sistema de sujeción del cabello natural, refuerzo con tubo de acero inoxidable en los orificios para la introducción de clavos, mejorando todo el sistema de sujeción a la Cruz. Finalmente, también fueron reconstruidas y sustituidas terminaciones en manos y pies.

  • A nivel de policromía y acabado:  Fijación de zonas de policromía craquelada, limpieza de suciedad superficial, estucado en zonas de pérdida de soporte, nivelado del brillo de la imagen, policromado en zonas con lagunas.

Un proceso que en su totalidad tuvo una duración de 8 meses y que ha logrado devolver la imagen en su máximo esplendor a fieles y devotos. De ahora en adelante, una serie de medidas de conservación propuestas por el profesional conjuntamente con la Hermandad, servirán para perpetuar la devoción crucera, muchos siglos más.

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